CON LA INVERSIÓN ADECUADA, LA REGIÓN PUEDE CONVERTIRSE EN UN HUB LOGÍSTICO PARA DINAMIZAR LAS RELACIONES DE INTERCAMBIO ECONÓMICO MUNDIAL.
En medio del proceso de reactivación económica que atraviesa la mayor parte del mundo, los empresarios y ciudadanos enfrentamos un nuevo reto mundial producido por la crisis logística y de suministro.
El transporte y los procesos de comercio exterior, que durante años habían transitado a una tendencia de concentración en pocos puertos y operadores logísticos, tuvieron que reducir casi a cero sus operaciones, debido a las restricciones impuestas para el control de la pandemia. Ahora que la reactivación económica avanza a pasos agigantados en algunas regiones del mundo, este sector no se ha recuperado a un nivel que pueda responder a la mayor demanda de productos y consumo de los ciudadanos.
En este contexto, el mundo ha recordado la importancia de la diversificación y la apertura comercial como mecanismos que garantizan una oferta ampliada de bienes y servicios y, más importante aún, de centros logísticos y de producción fuera de Asia. Nuestra región tiene una oportunidad única para posicionarse como centro logístico y de producción, por su ubicación en medio de los dos hemisferios entre Europa y Asia; el fácil acceso a diversas materias primas para la producción en múltiples industrias; un clima de negocios favorable basado en seguridad jurídica y la activa participación en acuerdos comerciales bilaterales y regionales; la oferta de mano de obra joven calificada en aspectos técnicos y profesionales; entre otras razones que nos posicionan como solución de este problema para el mundo.
A través de la atracción de inversión extranjera para el desarrollo de la infraestructura portuaria y de la promoción de operaciones para empresas de manufactura y automotrices, Guatemala tiene la oportunidad de convertirse en un intermediario clave. Un intermediario que haga más eficientes las economías de escala y los procesos de distribución mundial de grandes multinacionales, impulsando el desarrollo económico del mundo y creando un clima de oportunidad y crecimiento para la sociedad guatemalteca y otros países de la región.
Factores como la estabilidad macroeconómica y menores costos y tiempos de exportación – especialmente por su ubicación- crean un entorno de oportunidad para Guatemala, que ofrece una ventaja competitiva para las empresas y fuentes de inversión extranjeras que desarrollan actividades en diferentes sectores económicos, como la agricultura, los productos alimenticios, los químicos, los plásticos y cauchos, la vestimenta y los equipos electrónicos. Fomentar la atracción de inversión extranjera involucra hacer más de lo que ya sabemos: diversificar nuestras competencias actuales para entrar a nuevos sectores y apostar por desarrollar sectores más sofisticados.
En conclusión: la tensa situación en la que se encuentra el mundo es una oportunidad que no podemos desaprovechar para seguir impulsando el desarrollo empresarial en nuestro país, al igual que la creación de oportunidades que permitan que cada vez más personas puedan construir éxito y crecimiento en la región. Centroamérica es, por su ubicación geográfica, un excelente lugar en el mundo para consolidar un centro de operaciones logístico y de producción alternativo, que puede prevenir que el mundo se vuelva a enfrentar a una crisis de suministros como la que estamos viviendo.